Escribo desde la cima de la montaña
que escalamos juntos y coronamos nuestra,
clavamos en su cima una bandera que dice fugitivos.
Montaña sagrada, madre del universo, cabeza del cielo.
Una vez, dos personas quisieron escalarla, creo que eran británicos.
Nunca regresaron.
En el camino de ascenso los vimos, estaban congelados abrazándose, aún dándose calor.
Voy a acobijarte siempre, voy a darte el calor que necesites y el oxígeno también.

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